Cuando a través de las redes sociales, sonó el pregón de Rumai, quien salía a las calles a vender su producto "Palito de Coco", por las calles, no imaginó que ese temita "caminaria tanto, incluso, hasta llevarlo a debutar en un programa de televisión con amplio público nacional e internacional".
Ese personaje, gracias a las redes sociales, rápidamente se hizo popular, pero no famoso, como algunos se confunden. Un locutor de La Vega, rápidamente, aprovechó la oportunidad (no el talento), de con el mismo, hacer una fortuna.
Pero, inmediatamente, los analistas del patio, vertieron sus opiniones entorno al "caso de Palito de Coco", ya que los medios dimensionan su caso al extremo. Debutó en un programa, hasta una orquesta se le formó al vapor, un video clip,realizado justamente en el lugar donde fabrica o fabricaba el sustento de su familia. Se dice, que por un show del personaje cobran $ 150 mil pesos, lo que para algunos, es una exageración.
Qué oferta Rumai en una tarima por un show, acaso cantar "Palito de Coco", varias veces. Hay que tener "cojones", para esta acción. El dinero ha perdido el valor, pero no para que se burlen del mismo de esa forma. Los estrategas del pregonero, creemos tienen la visión del dinero "en su alta escala", pero ellos saben muy claro, que Rumai, no es producto para sacarle miles y millones como "ellos acarician".
Charlie Waitt
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